Desde hace más de dos años, el baño de la fotografía, ubicado en nuestra Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación, se encuentra cerrado a cal y canto. Motivos que justificaran dicha acción no han faltado. Sin embargo, el problema persiste y a la imposibilidad de utilizar el citado baño, se ha unido un nuevo 'elemento' que ha propiciado la movilización del personal más afectado. Y es que el olor que sale de su interior comienza a ser tan nauseabundo, que ya hay quien ha tomado medidas de urgencia; preventivas, se entiende, pero necesarias.Ahora bien, ¿acaso no sería mejor que se solucionara el tema de una vez por todas?
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