domingo, 23 de mayo de 2010

Todos los pasados universitarios

Jorge Cebrián Salvador
Me quejo porque a estas alturas, a nosotros los futuros licenciados, nos tendrían que estar llamando constantemente las empresas para trabajar. Y la verdad, es que esto no es así. Después de cuatro años estudiando una carrera, te das cuenta de que en tu mano tienes un simple título, y que realmente no tienes nada. ¿Qué tenemos que hacer?, ¿Para qué ha servido este tiempo de adquisición de conocimientos? A día de hoy, profesores siguen insistiendo en que no tenemos todos los conceptos que necesitamos, pero que si nos quedamos un año más, en su asignatura, los obtendremos. Y te preguntas, ¿Qué hemos hecho hasta entonces?, ¿Me quedo un año más?, ¿De verdad voy a aprender lo que necesito para un futuro?, ¿Cómo sé que no los he adquirido hasta entonces?, ¿Cómo sé seguro si los voy a adquirir?, ¿Cuándo sabré si los tengo y cuál es su límite? ¿Alcanzaré el límite?, ¿De verdad, existe un límite? Más y más preguntas que nadie te va a responder, pero que cada uno te cuenta su “historia” o por lo menos la que él se cree. Y ellos te la quieren hacer creer a ti, en vez de decirte las cosas claras y ayudarte para el futuro, pero para el futuro de verdad. Pero eso no interesa, al final como dice el dicho, tu vecino es tu peor enemigo. Y nosotros somos una nueva generación que relevará a la suya y a otras muchas, y eso no es conveniente para ellos. A pesar de todo esto, también tengo que decir que si que existen algunos profesores, aunque bien pocos, que nos intentan mostrar algunas salidas o nos dan recomendaciones para nuestro futuro profesional. De todas formas, me he dado cuenta de que lo único que importa en estos momentos, para responder a muchas preguntas, es que tengamos en nuestras manos el título. En ese momento, todos seremos iguales en la profesión y cada uno ira labrándose su futuro como pueda, con mayor o menor justicia. Y, ¿existe a día de hoy la justicia, o sólo existe la justicia de ley?

No hay comentarios: