miércoles, 7 de julio de 2010

El Golazo

Mª Jesús Serrano

Este lunes ha entrado en vigor la nueva la nueva ley de Salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo, no exenta de polémica, y con un recurso de inconstitucionalidad y paralización por parte del PP y el Gobierno navarro.
La novedad que trae esta ley es la libertad de poder abortar hasta la catorceava semana de gestación sin tenr que pedir permiso a nadie, frente a las doce semanas en caso de violación, o 22 semanas si el feto presenta graves taras físicas o psíquicas que imponía la legislación anterior, que despenalizaba el aborto exclusivamente en las situaciones de enfermedad muy grave para la madre, problemas graves de salud del feto, y por violación.
El derecho de las menores a abortar es otra de las novedades que presenta la ley,  la objeción de conciencia de los sanitarios a la hora de practicar las intervenciones quirúrgicas, o la obligación de implantar en los centros educativos una estrategia de educación sexual que se imparta en horas lectivas o extraescolares.
En la actualidad, muchos centros de Bizkaia y otras CC.AA imparten esta materia en la asignatura Educación para la ciudadanía, aunque la comunidad sexológica aspira a conseguir implantar en el sistema educativo una asignatura concreta de educación sexual.
Como si de unas elecciones se tratase, a tres días de período de reflaxión ha de someterse la gestante para releer el famoso sobre informativo con ayudas a la maternidad. El proceso administrativo que debe recorrer la mujer que desee someterse a un aborto es otro caballo de batalla, ya que algunas CC.AA se han propuesto entorpecer esta etapa dificultando o ampliando las fases del protocolo, por lo que no sería de extrañar que a la espera de cita y cita, el período establecido para poder abortar se viera superado una vez concluída la fase de información, ya que la mujer ha de pedir cita con el médico de cabecera, luego con la trabajadora social, para más tarde solicitar encuentro con el centro donde será intervenida, y posteriormente en la unidad de IVE (Interrupción voluntaria del embarazo). Pero, ¿Qué es lo realmente importante de esta ley? A parte de que pone límites a la creación de familias desestructuradas y evita abortos no deseados, fomenta una actitud sanitaria preventiva frente a la paliativa que se ha estado aplicando en los últimos 30 años, lo que supone una apuesta por evitar los problemas, más que a solucionarlos.
 

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